05 enero 2007

Rocío Cerón












mencionada por
Rodrigo Castillo
Carla Faesler
León Plascencia Ñol
Eduardo Padilla

menciona a
Mónica Nepote
Ernesto Lumbreras
Carla Faesler
César Silva Márquez
Eduardo Padilla
León Plascencia Ñol
Julián Herbert
Juan Almela
Rodrigo Castillo



bio-bibliografía

Rocío Cerón (Ciudad de México, 1972). Ha publicado los libros de poemas Litoral (filodecaballos, 2001), Basalto (Ediciones sin Nombre-CONACULTA, 2002), Soma (Ediciones Eloísa, Buenos Aires, Argentina, 2003) y Apuntes para sobrevivir al aire (Ediciones Urania, 2005). Preparó, junto a Julián Herbert y León Plascencia Ñol, el volumen El decir y el vértigo. Panorama de la poesía hispanoamericana reciente, 1965-1979 (filodecaballos-CONACULTA, 2005). Ha sido becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes-Jóvenes Creadores, en las emisiones 1998-1999 y 2006-2007. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen 2000. Es cofundadora del colectivo MotínPoeta y editora de El billar de Lucrecia, editorial dedicada a la poesía latinoamericana reciente. Obra suya ha sido traducida al inglés y al alemán.



poética

Me interesa la poesía que, saliendo de donde sea (dígase el barrio, las alturas del Himalaya o el hermetismo de un estudio) te salpique la cara, te dé un puñetazo de lenguaje y de vida. El error o la imperfección son lo único que dará nuestra generación, y en ello radicará su riqueza. Y su entrada en la literatura. Me provoca más el proceso de la escritura que el libro publicado, es más edificador y vital. Creo en una poesía de peso, de intensidades; puede ser jocosa, irónica, seria, exquisita, no es relevante el tono, lo importante es que se meta en la médula.



poemas


Acaso ayer. Entre pliegues y un arma

I.
Doblado el brazo, echada el arma a las espaldas, inseparable de esta casa
—que es mi dolencia— llevo lo que queda / lo que se va / lo que se entume
hasta la alta cima —canícula— donde habitan los violentos.

Durante cierto aroma a ráfaga (verbo rafagear diría mi amigo Héctor,
vencido ya por los toneles del licor y la impotencia) entreveo la Belleza:

—pólvora sangre hedor de vísceras—

Un cuerpo infante / un infante deshecho de cuerpo

y solo, hechizado, siento palpo la superficie herida.


II.
Mi madre entraba a la cocina, en busca siempre del comino, una pierna de cerdo especulaba entre el estanque dorado del vinagre, entre comisura y comisura ésta mujer (pecho, amor y leche tierna) mascullaba una frase:

—“La guerra nace del hambre. No importa de qué. La
guerra nace del hambre. No importa de qué. La guerra
nace del hambre. No importa de qué. La guerra nace del
hambre. No importa de qué. La guerra...”—

Mientras yo recorría con la mirada los pliegues de su falda

/ la promesa de sus piernas mundo / el regreso hacia su cuerpo patria

y en las calles dormitaba una ciudad caída en desgracia —altoparlantes, gritos, elecciones de ideas, presagio de la furia— sumida en el asalto de una líquida modernidad donde todo se figura y nada toma forma.


III.
Un cuerpo son cien cuerpos / cien cuerpos son un cuerpo / tiento.

Andar así, desprotegido —el arma balanceándose no sirve de nada ante la bomba— ocupado en formar la dimensión y los límites de un acecho / asedio. Preguntarse cada mañana cuánta espada, bala o granada, cuántos muertos, qué motivo, cuándo ser el perseguidor, cuándo el vencido, cuándo el victorioso, cuándo ir a la ofensiva, cuándo someter a la invasión, cuándo el agón, hacia dónde la furia combativa, cuándo el exterminio, cuándo deponer las armas, cuándo el acuerdo, cuándo el armisticio, cuándo el olvido.


IV.
Recuerdo a mi madre, sus silencios. Sentada en el patio delantero de la casa, el sol de invierno quemando sus mejillas. Callada. Los pasos rápidos de mi padre, buscando por los cuartos lo mínimo: su arma (Browning HP-35. Trece tiros) antes de salir. Callada. El soldado que vino a preguntar cuántos hombres vivían en casa. Callada. La desaparición de su hermano a manos de los radicales. Callada. El día en que partimos su hijo menor y yo hacia el cuartel. Callada. La muerte de mi hermano a manos de un francotirador. Callada. Su propia muerte, callada.

13 comentarios:

Rodrigo Castillo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rodrigo Castillo dijo...

Hola Rocío¡¡
Qué buenos poemas. Las Elecciones ya van tomando fuerza y diversidad¡¡( ? ) Te mando un abrazote¡¡

Anónimo dijo...

Rocío, me parecen buenísimos tus poemas. ¿Dónde consigo libros tuyos?
Saludos,
Juan Antonio M.

Rocío Cerón dijo...

Juan Antonio, es un poco complicado encontrar mis libros pero en algunas librerías de EDUCAL está "Basalto" (si no lo tienen lo puedes pedir) y "Apuntes para sobrevivir al aire" está en las librerías El Péndulo (éste se encuentra en proceso de reimpresión, lo encontrarás a partir de mediados-finales de abril en EDUCAL y en las librerías del FCE). Michas gracias por tu comentario y espero que esto te sirva. Saludos,
R

Rocío Cerón dijo...

Juan Antonio, puedes encontrar "Basalto" en las librerías EDUCAL o en Hypatia de Casa Refugio, el librito de "Apuntes..." está en los Péndulos (a mediados-finales de abril estará en las librerías del FCE y en EDUCAL). Grcias por tu comentario.
Un abrazo,
R

Anónimo dijo...

hola¡¡¡¡ soy una alumna de la secundaria 114, no cabe duda que eres una gran poetisa, sigue asi. Cuidate.

Anónimo dijo...

Hmm.

http://www.eluniversal.com.mx/articulos/36714.html

Con todo respeto, se pasaron.
Y no es por picar pleitos pero tengo que decirlo: no son burgers.

Anónimo dijo...

A propósito de Poesía para llevar.
Un asunto es la difusión y promoción de la poesía que, sin duda alguna, necesita de mecanismos que replanteen los modos en los que se realizan dichas actividades. Otra cosa, muy, pero muy distinta, es la construcción de la obra poética, del poema, de la Poesía. No me preocupa si es bajo pedido la escritura de un poema o si es una experiencia espiritual e intelectual la que la provoca, me preocupa el hecho de que se difunda la idea de que la poesía es para llevar, en automac, microondas. Si necesito conquistar a mi novia o hacerle un poema a mi difunto tío Alberto, mejor, mil veces mejor, voy a Neruda, a Catulo, a Baudelaire, a Vallejo. "Desacralizar al arte" no es "simplificarlo". saludos afectuosos

Anónimo dijo...

es que la poesía nunca fue sacra, lo sacro fueron los poetistas, los pequeños que adolieron la crítica.

Un poema es simple o complejo no tiene porque llevar dentro de sí una postura política eso se llama panfleto.

J.J.M.1

Anónimo dijo...

MMM...?? Aclaro que sí hay poesía sacra: la Biblia, el Corán, los cantos órficos, etc. Por lo de "poesía bara", me parece excelente idea, la gente se ha alejado de la poesía porque le tiene miedo? porque no le entiende? de hecho por más razones que estas, pero se lee, se hace, hay poesía mala y buena lcaro, pero como escribiría Malcolm Lowry, que a veces: "Casi hasta la mala poesía es mejor que la vida". Bueno pero no huyamos del punto[...] Me parece que esta poesía hecha por encargo recupera el concepto de la poesía como "oficio", el cual se ejerce y se realiza como en su momento los grandes pintores fueron empleados de las instituciones eclesiásticas o como un Bach intérprete y compositor de alguna importante capilla... Un poeta es también un servidor público (en el amplio sentido), tiene una función, no muy clara para muchos (con su perdón, y no me mal interpreten incluyo a Platón), pero la tiene. Recordemos los espacios atestados de escuchas que convoca la presencia de Gonzalo Rojas, la gente ha de necesitarlo no? Y así, si un poema por encargo es bueno, pierde su cualidad efímera y logra esa trascendencia que cualquier GRAN POEMA escrito como tal contiene. Recordemos los textos publicados como anuncios por los estridentistas, los poemínimos de Huerta, los encargos del siglo de oro en pluma de Quevedo, o los grandes ejemplos (que son muchos) de la Roma Imperial... Todo poema es un encargo, ya sea por parte de la señorita X, o el joven Y, por algún hemisferio del cerebro, o alguna necesidad gástrica que necesita ser liberada por el verbo. Lo importante no es que sean o no por encargo, que a mi parecer no pierden calidad por eso, sino que cumplan para lo que fueron hechos, si es el sepelio, que hasta el sepulturero chille, si es para la novia, que influya como rito de fertilidad. Lo importante es que los poetas no buscan sólo ser oídos, escuchan para dialogar con poemas... Disculpen la extensión. Saludos y felicidades. Alvarpox

Anónimo dijo...

Julio Suárez

Todo poema es un encargo. Claro, eso es verdad de perogrullo. El asunto aquì no es el destinatario o el escribano del poema, el problema es básicamente que se recicla una idea y se quiere mostrar como original. ¿Ya leyeron la nota que salió en Milenio de Heriberto Yépez sobre la spoken word y los malabares de Cerón?

Anónimo dijo...

Creo que es innecesario tanto alboroto por lo que Cerón dijo en Laberinto. Y con todo respeto lo de Yepez es lo que pareció más un malabar, si ya están hartos de la spoken poetry pues qué bueno, seguro es por la mínima distancia con EU y que les llega toda la basura americana. En el DF donde todo es tan solemne lo de la spoken es una forma distinta de acercarse a la poesía.
Por cierto, ¿ya no habrá más "irrupciones poéticas" en la narvarte? Me quedé con las ganas de ir. Si las hacen manden un correo: opusest@gmail.com

edithsandovallaffitte dijo...

hola rocio,bendiciones. quisiera si me lo permites crear u vinculo contigo, por medio de la poesia.
tengo escrita prosa, aunque en el programa de julio patan y nicolas alvarado, en donde fuiste la invitada ayer noche, no quedo muy bien parada. te envio mi mail con mucho gusto,si quisieras leer, un poco de mi.
con la pasion que tienes por la poesia, me anima ha seguir escribiendo.con cariño edith sandoval laffitte.