29 marzo 2007

Óscar de Pablo











mencionado por
Daniel Saldaña

menciona a
Ignacio Sánchez Prado
Luis Felipe Fabre
Hernán Bravo Varela
Víctor Cabrera
Balam Rodrigo Pérez H.



Bio-biblografía

Nacido en 1979, estudió Ciencias Políticas en la UNAM, así como torno y fresadora de control numérico en el CECATI No.1. En 2004 publicó Los endemoniados (FETA); en 2005, Sonata para manos sucias (UACM); y en 2006 Debiste haber contado otras historias, con los cuales obtuvo, respectivamente, los siguientes premios: Elías Nandino, Jaime Reyes y Francisco Cervantes.
Ha sido becario de la Fundación para las Letras Mexicanas y actualmente es becario del FONCA (jóvenes creadores).


Poética

La realidad es trágica, gloriosa, cómica: está llena de asesinatos, ruiditos y flores de jacaranda. Me refiero a la realidad más concreta, aunque no necesariamente la más inmediata. Pues bien, no busco una poesía que sirva como alternativa exterior a la realidad, que sirva para ignorar la belleza y la crueldad del mundo, sino precisamente lo contrario: quiero una poesía que vea y oiga, que goce y sufra la realidad incluso más de lo que la vemos y la oímos cotidianamente; no un escape, sino una forma de ver esa realidad y de compartirla con el lector para intervenir en ella. Con júbilo, sobre todo con júbilo.
La poesía no es para mí un exabrupto mágico de un individuo aislado, es una relación entre individuos, una reunión. El pensamiento verbal (con sus convenciones), que tenemos en común autor y lectores, es el medio donde ocurre este encuentro. La poesía es un instante social, quizá el único verdaderamente social, pero es una circunstancia amparada por un estado de excepción de las normas, un momento de permisibilidad inusitada: es un carnaval. Me interesa aprovechar esa permisiblidad para cuestionar los límites de ese mundo de convenciones verbales, de ponerlo en aprietos y de exigirle al lector una complicidad difícil en esa conspiración del sonido.


Poemas


ETIÓPICAS

Qué implacable verdad este conjunto
arbitrario de células que mi nombre unifica,
esta cambiante suma de fragmentos: ése
que abrió los ojos al recibir el día,
el que sale del baño rascándose la nuca…
pero cedo ante el tópico de las esencias
y me declaro uno: desde el verso primero,
conjugo fatalmente en primera persona,
aprovecho el instante para fingir que pienso,
me incorporo distinto,
denuncio la mentira de los pájaros,
frente a ellos afirmo mi silencio
y así me reconozco: El mundo ocurre,
ocurre la materia dorada y crepitante, la materia
se yergue, se desordena en órdenes complejos,
marabunta,
ciega puesta en escena de lirismos autistas,
universos privados, diminutos,
siempre orgullosos de su misterio interno,
sus mínimas Verdades Trascendentes,
sus purezas que forman, consteladas,
esta mierda de mundo: la asquerosa entropía del universo.

Decido pese a todo abrir mi puerta.

Salgo. Respondo a la retórica vacía
del viento entre los árboles: escudriñar sus ecos
como un lenguaje arcano, detenerme a trazar constelaciones verdes,
basta para probar mi cobardía, mi personal secuencia
de marasmo,
inmóvil y ridícula ante el tiempo que ocurre: Pánico de no ser,
terror que se disipa ante una sed cualquiera
o frente a la idea misma del deseo.
Recompongo en la práctica mi esencia
y así me reconozco:

Como el poeta que baja del Parnaso
para encontrarse en medio de Avenida Cuauhtémoc,
puro y estúpido como recién nacido, sordo de infinitud, lúcido, quieto,
empezando a entender, en su torpe ternura,
el mensaje furioso de algún claxon:
Hacerse a un lado, claro, llegar a la banqueta,
fecundar la ciudad y habitar en el día,
ser un punto del día,
descifrar el oxigeno esmaltado de roca,
sobrevivir sin preguntarse nada,
aceptar la ciudad, la Colonia Narvarte,
como quien corta un higo verde y se lo come,
darle a la calle una existencia plena
al llenarla de pasos,
y entender que la calle me ocurre como el mundo,
que la calle no existe hasta que yo la cruzo, que yo tampoco existo,
que la calle no es sino mis pasos
y yo, peatón, no soy
sino la calle. Cuando llegue a la esquina,
seré otro.

Pero no, pero no. La calle no es un medio sino un fin,
un movimiento rumbo al movimiento,
un flujo rumbo al flujo, una búsqueda ciega
cuyo punico destino es prolongarse.
Camino que no lleva sino al camino mismo,
hay el ruido de lucha de un río que desemboca,
y la ciudad es eso. Mis pasos son la meta
de mis pasos: hambre de nuevas hambres de mañana.

Miro el reloj, busco reconciliar el griterío
de ceniza dispersa: ya son las nueve y veinte,
y la esquina de Xola cin Cuauhtémoc
reclama su existencia,
se constituye en términos concretos, erizada de ángulos,
donde un conjunto de materia orgánica
se torna en ser humano por saberse sediento; miro el reloj,
antes de entrar al metro,
me compro un boing de mango.

[Sonata para manos sucias, UACM, 2005]



DE INTEMPERIE

Se precipita un denso tejido de palabras, de metal y de arena,
para cubrir sudariamente el rostro
que emerge de un retrato humano desde muerto.
Rostro casi concreto, concreto casi
carne, que se vive a sí mismo como muerto imposible,
y no: se sobrevive. Fuiste un muerto sencillo,
fuiste un muerto de tantos cuyo nombre
sucede que conozco.

Viniste con el viento de naranjas y reses:
ruta de los centauros. Eras un niño, eras
esos ojos morenos de veinticinco años
que viste ametrallar de luz en su negrura,
de luz lineal y blanca, multiplicada y sucia, sólida en su destiempo,
ojos moreno mora que se van aguilando, que se van combatiendo,
que se fueron

a ese país antiguo y vegetal que nace
de la precaria eternidad en la que dormitaba,
que despierta al desorden selvático del mundo,
al olor de la pólvora y el cardamomo,
y de pronto se ve lleno de historia:

Leyéndote las huellas, hoy, parece que llevabas
tatuado sobre el pecho un mapa de laceraciones, parece que sabías
que el océano es un surco arado por la sal,
una inviable vastedad de bosques
y un modo permanente de morir de sed; América Central,
una serpiente trágica que se alimenta y muere
tragándose a sí misma cada día. País lleno de historia
recién inaugurada.

Arden de pensamiento Las Orquídeas. La Sierra de las Minas
es toda de nosotros, es toda suya hermano, teniente de lo indócil,
toda suya esta selva de botas fatigada,
comandante Yon Sosa. La ciudad
es una tarde grana de tacto y estrategia, es una tumba toda
de nosotros.

En cambio hoy, ahora, la añoranza posible
cobra el sabor ridículo del tizne: queda sólo el papel que la lluvia despeina,
queda sólo la sangre vuelta contra sí misma, debajo de la cal
que pone a arder los muros, la superficie áspera del mundo. Queda
solamente la piel de la frontera férvida,
alambradas mostrándote los dientes, soldados de ambos lados
esperando
que te atrevas siquiera a salir un segundo. Quedan las líneas vueltas cicatrices,
los trazos del café y del alto hierro, en los que descifró tu suerte mala,
la tumba de tus líneas, las líneas de tu mano,
Guatemala. Dicen que el trece trae
la mala muerte.

Y sin embargo mienten, qué jodidos, como dicen ustedes, compañero Loarca:
mientras dure noviembre, con su alimento áspero de ideas y de intemperie,
ocurrirá en nosotros, caminando, el futuro; mientras no se resuelva
en un secreto abierto
diciembre inexorable.

Compañero Granados, no te vayas, aguarda. Van a caer veintiocho,
muchas veces veintiocho, e incluso tal vez más allá en Zacapa,
y un capital confusamente armónico
de cuarenta quetzales
responderá, remontando la noche,
que la vida está abierta y que la muerte,
que la muerte está echada. Queda sólo el zumbido
lejano de los tímpanos, queda sólo el rumor de los motores
de un avión que despega, el griterío de espuma
en común sepultura convertido,
en multitudinario abismo líquido,
en tumba gigantesca que no callará nunca
su denuncia salada…pero marzo está lejos
todavía: Anda a decirle a Eunice
que se rinda, hermosa desde muerta y más hermosa
que la palabra siempre, anda a decirle ahora
que cierre la devota casa de su familia,
que el 13 no es su número de buena muerte,
aunque lo sea de veras, aunque la esté esperando desde ahora,
debajo de la lluvia para decir su nombre, el nombre de su duelo personal,
de su guerra y su suerte. Se precipita un denso
tejido de silencios, músicas disonantes de humedad y diciembre
sobre un océano mudo para enterrar tu cuerpo:
un mar casi concreto, concreto casi
agua, que se anega a sí mismo sin un puerto posible
y no: no sobrevives. Fuiste un muerto sencillo, otro más cuyo nombre
sucede que conozco, el nombre que nació de tus heridas
de veinticinco años.

Termina en ti la muerte para multiplicarse, para ser en la vida toda de nosotros
y desbordar sus términos acuosos. Ahora estás cumpliendo
sesenta y seis destinos de caminar al sur, ruta de los centauros,
sesenta y seis abismos de nacer en Chihuahua,
muerto de sed y de deseo, de ganas
de atragantarte a tiros de turbiones,
sesenta y seis derrumbes
de estar vivo. Sí:
En el último verso escribí: “de estar vivo”, como si no supiera
que hace ya cuarenta despedidas a gritos
un huracán de botas te negó la vejez
y te detuvo en esto: Año 66, Ciudad
de Guatemala, fotografía de un joven ya desaparecido
de veinticinco años. Fuiste un muerto de tantos,
nada más, nada menos, otra semilla nuestra casi anónima,
para llenar de selva el fondo de los piélagos,
la vastedad estéril del mar siempre sonante, otro cartel
cuyo nombre sucede, otro retrato muerto
todavía:

David Aguilar Mora, qué vida fue la tuya,
tan de todos.
Diciembre de 2005

[Debiste haber contado otras historias, FETA, México 2006]



OBERTURA SOBRE TEMAS HEBREOS
DE SERGEI PROKOFIEV

Acercándose lentas, avanzando:
Arañas en sexteto, quiero oírlas.
Trazos de patas largas, deshilachadas, puras,
pura suntuosidad, pura paciencia: quiero.
Quiero patas larguísimas. La danza:
puro aceite de patas, de humo condensado: los hilos,
los hilos de la danza. La danza
es, está siendo un sexteto de arañas. Quiero oírlas aquí,
acercándose lentas,
avanzando.

Avanzando: una combinación poco convencional
de arañas lánguidas que van y bailan
con clarinete y piano,
y avanzando,
y cuarteto de cuerdas.

Una historia de historias que atravesó el desierto,
caravana de frases, rollo devuelto en rollos,
sangre y corderos para un dios sin nombre,
y atravesó el desierto.
Y atravesó el desierto una vez más,
una vez más, acercándose, y otra,
hasta llegar a un bar del East Side de Mannhattan
oloroso a tabaco y gesticulaciones
que quiero oír, quiero oír,
justo en 1919, pura suntuosidad, pura,
pura suntuosidad.

Acercándose lenta: una escena olfativa cifrada en cinco líneas.
Huele a supervivencia de pogromos, huele,
huele a conspiraciones
bundistas, bolcheviques,
chistes de los que nadie ha de reírse,
una opertura a qué. No hay ópera, no hay pieza,
eso no quiero oírlo, no hay pieza que le siga salvo la propia historia:
la lluvia de regreso,
quiero oler, avanzando: el final de exilio y el inicio,
muy Prokofiev adentro,
de otro exilio más largo,
sin arañas.

Acercándose lentas,
arañas entrañables, avanzando,
entrañables y cómicas deliberadamente,
flojas de desencanto y patas largas.
Una vez más, untuosas, quiero olerlas bailar,
quiero reírme así, labios adentro, quiero
su desencanto todo para mí, sus bromas silenciosas,
de pura untuosidad, su desencanto todo,
suntuosidad de aceite, para mí,
y avanzando.

[Inédito, 2007]

30 comentarios:

edegortari dijo...

Tres buenos poemas. Aquí se entienden muy bien. Alguna vez escuché varios poemas de Óscar en una lectura y la verdad es que no es que no me gustaran , es que no los había entendido. de Pablo lee de forma extraña, lo cual hace muy difícil degustar apropiadamente sus poemas; una lástima, pues capto en en estos poemas (y en muchos otros de él) una gran sonoridad.

Farabundo Marti dijo...

Ese de Pablo eres malo, tus poemas son ripiosos hasta más no poder, no hay nada más execrable que un poeta queriendo suponerse en una versificación castellana, y que no lo logra... pero échale ganas, sigue oliendo el trasero de Huerta, llegarás lejos, tanto como él.

edegortari dijo...

Oiga usted señor cabrero: no suelo desperdiciar mis perlas pero con usted haré una ecepción. ¿Por qué tanta envidia, rencor, no sólo con Óscar, sino con todos? Sea feliz, por favor. O muera en el intento.

Anónimo dijo...

Sooooyyyyy Muuuuuuuyyyyyy
Feeeeeeeeeliiiiiizzzzzzzz
Haciendo lo debido, soy feliz. Qué es lo debido, no dejar que pululen poetas malos, o sí ya existen, evidenciar sus carencias, eso no es joder, joder sería decir que Óscar de Pablo es buen poeta (:o) porque le mentiría a todos los lectores, quienes merecen mi total respeto, pero parece que algunos poetas no lo ven así (como Julián, y algunos otros). Por otra parte, tus perlas más bien parecen granizo combinado con lodo, que se derrite a las primeras de cambio, jajaja, échele ganas con sus postes amigo, lea más, y no ande defendiendo malos poetas, eso sí que es tirar sus perlas al chiquero. Un saludo

Cabrero

Anónimo dijo...

Buenos poemas, buen ritmo y ya. Un bloque de cemento que no puedo desarmar, sólo lo miro, sólo miro y ya estuvo. Nada que me haga tambalear como ciertos días con su alcohol, pero pasables poemas. A ver si ya alguien menciona a algún poetaco de morelos. Esta cabrón, según lo que me dijo el Eduardo Antonio Parra y lo que percibí en lo que me escribió el Julian Herbert, pero a ver si se puede. Por ahí anda una poeta chida y... mejor me callo nomás pa' no arrepentirme. Òscar de Pablo, tu nombre tiene algo de pop y fantasía. Saludos.

Anónimo dijo...

Concuerdo totalmente con las ideas de Cabrera. Estoy harto de ver "poetas" saliendo por las coladeras como cucarachas. Lo único que hacen es confundir a la gente, pero con tanto premio que abunda lleno de jurados falsos y lectores mediocres, cualquiera ostenta ese sobrenombre. Seamos críticos y en la medida en la que exijamos como lectores dejarán de existir Óscares de Pablos con "nombres de pop y fantasía" (ASCO).

Anónimo dijo...

oscar de pablo, oscar de pablo, oscar de pablo. Por todos lados escucho su nombre y lo leo y me gusta lo que escribe, pero él, como persona, no sé, me parece de muy poca confianza, como falso, como medio poco de fiar, no lo conozco, pero es algo que siento en él; pero su poesía, creo, a veces sí la mueve. Habría que separar si critican a personas o a poemas.

Anónimo dijo...

julio, julio, julio, si estudiaras un poco de psicología sabrías que el primer argumento de una persona que se esconde tras el seudónimo para defenderse a sí misma es la de elaborar un juicio en el que se critica la personalidad para defender el oficio, o viceversa. Elemental, querido Julio, Julio, Julio. A qué viene entonces eso de "falso", si no lo "conoces". Yo te invito, si tanto divides obra de persona a que conbstruyas una "defensa" real y honesta de la obra.

Manuel Iris dijo...

Oscar,

He leído tus Endemoniados y la Sonata para manos sucias. Ambos, libros muy hermosos (hay incluso poemas, como la Solemnísima declaración de amor, o las dos Escenas de niños, que llenan de ternura). Me pareces un poeta interesante y diáfano, con un oído envidiable. Te dejo mi afecto.

Anónimo dijo...

Por un momento estuve a punto de caer en la tentación de ceñirme a los entándares de los comentarios y comenzar el mío con un sonoro "fulano, fulano, fulano". Claro, luego me distrajo la decencia (ése es mi pretexto). En lo que acaso podría estar de acuerdo es en que tampoco me siento muy cómodo con tu manera de leer, circunstancia a fin de cuentas irrelevante (me refiero a mi incomodidad) ante un hecho inexorable: me gusta la poesía: lo confirmo leyendo a poetas, como tú. (Sé que si alguien notará las posibilidades de esta última coma ése eres tú).
Muy bueno tenerte en la tutoría.
Abrazo y grito de guerra
JM

Anónimo dijo...

Ahí va una flor. Escuché por primera vez un poema de De Pablo, en voz del propio autor: "Nadie (que yo conozca) es Tolomeo III" y de ahí cuasicompulsivamente me aboqué a la búsqueda de su poesía, y no solamente, de poesía en general. Fue un gusto encontrarlo.
Andrea Cordero

Tania dijo...
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Anónimo dijo...

No en vano Castañón dice no creerle a los "poetas", a menos que tengan por lo menos veinte años en el oficio. Casi toda la poesía de estos autores bloggeros carece de un trabajo realizado a conciencia; de pronto pretenden justificar sus escritos utilizando "poéticas" que van de lo pseudofilosófico a las supuestas preocupación sociales o bien manifestando un cuestinable apego a nuestra tradición, a cualquier otra que apenas conocen. Escribir una "poética" y prescindir de su contenido... Ba!
Los comentarios que los visitantes realizan también son ilustrativos...(por lo menos muestran la situación de los lectores)
La poesía de la mayoría parte de mitologías en decadencia y la consecuencia evidente es la falta de revitalización de los signos que incorporan en sus escritos. La poesía de éstos se aferra a un yo lírico insostenible sociológicamnete, un "yoísmo" que magnifica al indivudo con un desgastado lenguaje floreado. De Pablo es el ejemplo idóneo de "poeta" que utiliza el oficio como una forma de ascender socialmente, sin tener un trasfondo ético o estético digno de considerar. Puros "mcpoemas", como diría Hall. Formulitas versificadoras, o bien "experimentos" que justifican con trucos como "fronteras genéricas", "interdisciplina", "trastextualidad". Blabla polivoz. Puros "neoclásico" que disfraza su poesía de "modernistas", de "vanguardista" incluso. Como dice Panchito: "Podrá no haber poesía, pero siempre habrá poetas".

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

tuve la increíble oportunidad de escuchar la obra de Óscar de Pablo en el encuentro de poetas del mundo latino en la ciudad de Morelia, y la verdad es que quedé fascinada con su obra... ese toque tan personal, tan encantador.
Fue de los que más me cautivaron, espero alguien pueda decirme si es posible encontrar el pOema de la Receta de Cocina.

Estefany

Anónimo dijo...

Qué curioso, cada vez que aparece un comentario que descalifica a De Pablo —la mayoría de las veces bien fundamentados o con puntos harto discutibles— surge un nombre femenino (Estefany, Andrea) para "defender" (?) sus poemas. Ese "quedé fascinada" delata a una lectora (si es que existe, creo más bien que se trata de una misma persona o de una autodefensa de De Pablo) bastante simplona. Luis Enrique Aguirre tiene algo de razón..: Quienes de alguna forma nos vinculamos con el medio no podemos comernos esta basura!!!! No se necesita ser muy inteligente para descubrir la ayuda de jurados para elevar a este pseudopoeta. Sólo veamos a quién le dedica sus poemas en tal libro, y revisemos quién fue el jurado en tal concurso (Del Toro, D. Huerta). Seamos exigentes, críticos: este sujeto no ofrece nada, NADA: su poesía y sus logros (Nandino, Cervantes Vidal, Jaime Reyes) son interesantes pero no por la propuesta estética, sino porque apuntan a los tejemanejes políticos que permiten que su nombre figure en las listas de los "jóvenes creadores". Rodrigo, hermano, ya sabes quien escribe esto, por favor no censures la entrada; no hagas que de la literatosis nos vayamos a la literatofobia...
Tu bróder.

Anónimo dijo...
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Alejandro Albarrán dijo...

Wow!!! Mira nada más!!! Mi querido Óscar, eres famoso!!! Cuántas “personas” han seguido tu carrera literaria. Es un halago. Debes de sentirte orgulloso. Me gustaría entrar al quite, pero sé que es un cuento de nunca acabar. Seguirán, como hemos visto, saliendo “jóvenes” ardidos porque no han ganado un premio o una beca. Carajo señores! Pónganse a trabajar, está muy bien eso de ser un “escritor” “genial” e incomprendido, pero joder! Cómo poder responder a un tipo que escribe cosas como: “
Es escribir la lectura de gloria inconclusa./Es escribir la gloria de inconclusa lectura.” (jajajaja) Cuáles son los verdaderos argumentos? Dónde están los ripios? Y si alguien en verdad tiene una apuesta formal novedosa qué espera para decirla? O demostrarlo? Pero tengan dignidad! Porque si son de esos “poetas” que siguen creyendo en la gran musa, en la inspiración, y son entes tocados por la “divinidá” Por qué mejor no se ponen a leer, o se toman un café se relajan y esperan, ya será la hora de la musa. Ahora, si las “becas” y “premios” no son importantes, o no son los que dicen quién es buen poeta y quién no, por qué se espantan tanto de que gane tal o cual poeta? Déjenlo pasar, ya el “tiempo” como ustedes dicen, dirá que es bueno y qué no. Seguro en diez años seguirán comprando poesía con manufactura de 1834. Seguro. Pero y ustedes, están seguros? Bueno, mi estimado, fue un gusto encontrar que tienes hartos fans jeje. Me divertí mucho leyendo la sarta de tonteras que escriben los “poetas”. No todos, claro. Ah, por cierto, si alguien de ustedes, sí, ustedes, los que están al tanto de los premios, las convocatorias, los blogs, los encuentros (qué hueva!!), no vayan a pensar que soy Óscar, por favor jajajaja, porque hay cada tipo! Por eso daré mi nombre, no como otros qué por su IMPECABLE redacción podría saber quién es, jeje.

P.D.
Estos son algunos de los comentarios que más risa me dieron:

“No en vano Castañón dice no creerle a los "poetas", a menos que tengan por lo menos veinte años en el oficio.”

Este muchacho comienza con una cita. A ver camarada, alguien dijo también, y creo que antes que Castañón, no estoy seguro jeje, ahí me dirá usted “No hagas caso de las críticas de alguien que no tenga una obra respetable” Algo así, jeje, usté comprenderá, no soy un erudito como asté ni tengo el libro de Pound a la mano (ah, chín, ya le dije de quién es!). Y usté, tiene una obra respetable? Jejejeje.

Otro:

“No se necesita ser muy inteligente para descubrir la ayuda de jurados para elevar a este pseudopoeta. Sólo veamos a quién le dedica sus poemas en tal libro, y revisemos quién fue el jurado en tal concurso (Del Toro, D. Huerta). Seamos exigentes, críticos: este sujeto no ofrece nada, NADA: su poesía y sus logros (Nandino, Cervantes Vidal, Jaime Reyes) son interesantes pero no por la propuesta estética”


Bueno este “bróter” está más cañón, en el sentido de más ardido. A ver hermano, si no has prestado atención en las bases de los concursos, aunque se me haría raro, ya que veo que estás muuuy bien enterado, dice que los textos deben ir sin dedicatorias y tal, ah!, pero si no te diste cuenta, pues tal vez por eso no te has ganado nada jejeje. Otra, acaso tienes idea de por qué podría haberle dedicado poemas a “Deltoro” (sí jóven, asñi se escribe) o a Huerta? Ah, ya sé, no me digas... porque les hace la barba, no? Claro. Ay!, con estos muchachos. Mira cuando alguien no sólo te da su amistad, sino que además te guía, es común que quieras agredecer, no todo es como seguro tú lo crees muchacho, no todo se hace pa que te ayuden. Ojo. Y la última, me asombra ver que eres un verdadero fan de Óscar, y que, no sólo estás al pendiente de los premios que se ha ganado, sino que además has leído sus libros!!! Qué bien!!! Pero, no son interesantes por la apuesta estética???? Primero, defina bien su idea de “estética” por favor!!! Y segundo, en verdad leyó bien los libros, o algún libro en su vida? O sólo de pasadita? No cree entonces que hay una apuesta formal muy interesante en sus libros? Jajajaja. Entonces amigo, creo que no entendió nada, y no sabe, ni contar silabitas jeje, ni nada. Ni fijarse en el ritmo, los encabalgamientos, la idea fundante de cada poema, el hallazgo, en fin. Señor “bróter”, entonces qué poesía le gustá a asté? O mejor dicho, le gusta la poesía?

FIN

Alejandro Albarrán

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

"Por eso daré mi nombre, no como otros qué por su IMPECABLE redacción podría saber quién es, jeje."
Otros... saber... quién... es... Seguro tus reflexiones lingüísticas han sido muy profundas, sólo atender a tu ponderada redacción.
Me detengo para hacer algunas acotaciones en cuanto al comentario de Alejandro Albarrán.
¿Una una persona sin credenciales no puede o no está capacitada para realizar juicios de valor? Es decir que si no soy Carballo, Domínguez Michel, Escalante o Castañón mis juicios no tienen validez. En ese caso deberíamos cuestionar la poesía de Velarde porque Alfonso Reyes no lo consideró un poeta importante; o dejemos a Reyes porque para Paz no representa la "modernidad" poética; dejemos de leer a Azuela, su novela más lograda fue censurada por Jiménez Rueda; al demonio el barroco, la crítica decimonónica no aceptaba a Sor Juana o a Góngora...
No hacer caso de críticas de inexpertos es, para el caso, no considerarlas pero porque no son el halago esperado. (Paradójico, ese Albarrán también está entre los que no tienen obra "respetable", luego entonces sus comentarios, como todo el beneplácito similar, se deben invalidar de la misma forma que los comentarios adversos ¡vale madre, tenemos que esperar a que una vacaca "repetable" nos diga que "está bien", qué leer!)
Después señala: "Mira cuando alguien no sólo te da su amistad, sino que además te guía, es común que quieras agredecer". Si, lo comprendo, y lo veo de esta forma: Óscar a trás de Huerta, guiado por él, promovido por el, invitado a concurso por él —donde evidentemente él será jurado— y premiado por él, ¡cómo no agraderce, como no pedir que se agregue una dedicatoria a Huerta si se le debe todo !
Se trata de tejemeneje político. No nos hagamos pendejos, lo más fácil es señalar que todo mundo lo envidia y por eso las críticas adversas, atienda ud. primero a los comentarios y luego siga con sus perogrulladas.


La propuesta estética, infortunadamente, requiere un comentario más extenso que no estoy dispuesto a realizar en este espacio. Sólo doy un pequeño atisbo: los sonetos de Oscarín son, la mayoría, igual de monótonos, su ritmo se asemeja a las tediosas composiciones del Marqués de Santillana (por la sexta vocal acentuada); no hay en la estructura métrica que recurre el trabajo formal característico o tradicional, no cumple con las "normas" y se trata de "métrica", así de sencillo . Ni pensar en un ejercicio de deformación de la tradición, no hay reavilitación de signos ni restructuración de la forma, el intertexto es insificiente. Punto.
Échenle un ojo a la antología de soneto mexicano de Raymundo Raymos, revisa a Navarro Tomás, lean los sonetos de Zaid, Cohen o incluso de Víctor Cabrera. Quien diga que este poeta tiene un "buen oído" que lo demuestre.

Como en otras ocasiones, dejo mi correo para continuar con la charla, si es que hay tal...

j_barriosan@yahoo.com.mx

°venganza dijo...

Asco todo este revoloteo de moscas, zumbando alrededor de la mierda. ¿Quién la mosca, quién la mierda? Eso está claro.
(Casi siento convertirme en un díptero come-mierda alas de himen, por no resistir al impulso de escribir, haber escrito ya.)

Daniel Saldaña París dijo...

Lo que sí es de una ternura abrumadora es que Luis Enrique Aguirre aproveche para publicar aquí sus pálidos poemitas. Aplausos.

Tania dijo...

Qué chulada de foto con gato oscar. Me gustó mucho Etiópicas. Nos vemos el jueves.

Abrazo

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

de: ale, carla y fer.
hola!!!

no se si nos recuerdes fuimos a tu conferencia en la feria del libro en el palcio de mineria el miercoles 25 de febrero. tu trabajo nos gusto gracia spor precentarnos una nueva forma de poemas gracias.Por favor informanos de tus nuevas conferencias(bellav_cullen@hotmail.com). felicidades por tu magnifico trabajo.

Anónimo dijo...

No sé qué crítica ese Luis Enrique Aguirre si escribe con más desatinos que oscarín. Que lamentable andar autopromoviendo sus poemitas en este lugar, como pidiendo a gritos la atención (me uno a los aplausos). Para muchos que se dicen poetas, como este par, el poema es un pretexto para hablar de "yo" y sus subjetividades, sin arriesgarse, sin proponer y con una muy limitada idea de creación y transformación del lenguaje.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Hola Oscar soy Máximo no se si te acuerdes de mi jjajajaja oyes me dijeron por ahi que renunciaste alla ya sabes donde, pero me contaron que hicieste una buena tesis de licenciatura, me la podrías enviar te paso mi correo maxbd_78@yahoo.com.mx

Moebius dijo...

Sin duda, el mejor versificador de su generación, una escritura pulcra e impecable, una gran música (de laboratorio, pero música a fin de cuentas). Muchos comentarios parecen estar fuera de lugar, pero por desgracia son ciertos: tuve la oportunidad de conocerlo y prácticamente todo en él es falso, hipócrita: se autonombra un gran comunista, pero no es capaz ni siquiera de dirigirle la palabra al prójimo, a la gente común y corriente que tanto dice defender y que por desgracia no son "poetas" como él. En fin, un caso más, como la mayoría de nuestro mundito literario acá en Mexiquito, de cómo los prestigios no se logran precisamente con la obra...