23 octubre 2007

Fanny Enrigue


















mencionada por
Antonio Marts

menciona a
Dolores Castro
Ramón Xirau
Abril Medina
Patricia Mata
Juan Castañeda
Marco Isgar
Marco Antonio Gabriel



bio-bibliografía

Fanny Enrigue (Guadalajara, 1976). Estudió filosofía en la Universidad de Guadalajara. Fue beneficiaria del programa de estímulo a la creación y al desarrollo artístico en el área de literatura (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes / Gobierno de Jalisco (2004-2005)).
Actualmente realiza el doctorado en filosofía por la Universidad Complutense de Madrid e imparte la materia de estética en la Universidad de Guadalajara.
Ha sido incluida en los libros colectivos Seis y Poesía viva de Jalisco. Ha publicado Sucesión de la sombra (Editorial Paraíso perdido / Santa María Juana).



poética

Poética de las muñecas feas.



poemas


1.

Nada dicen los espejos de ti, sólo esa rabia que se acumula
en pequeños papeles tirados al fuego, en el graznido absurdo de la distancia
manos en su rito por mi cuerpo
tu imagen rondando ciega mis estanques
la ofrenda de quemarme hasta quedar saciada de cicatrices tuyas
mordeduras de cigarro,
aburrimiento

hay que contar alas, hojas amarillas cayendo en la extrañeza, en-callando
hay que bebernos en las contorsiones de los zapatos
pero el sueño, la tarde, los lápices
memoria que juega a esconderse en los sitios más visibles de mis labios
acabo por permanecer pegada a piedras
huella de mi propia aparición
me siento a cantar en voz baja

no sé si decir magia, mariposa
no sé si haya importado que sea yo, tú o sólo una noche húmeda
o el tiempo, caballo sin freno corriendo por nuestros sexos
letras amontonadas en la boca
no sé si importa este rostro mío, el tuyo que deja caer la desesperación
al primer trago de la mañana
imagino nuestros pasos distraídos en calles con otros colores
accidentados por tanto derrumbe de estridencia, tanto choque de pájaro melancólico

no sé qué buscar, dije al regresar a mi casa
de locos y cerré la puerta con cuidado



2.

Para atrapar arañas tienen su truco las noches
enredan minutos en la ficción, hacen que todo parezca otra cosa
no más linda o abrupta, sólo otra cosa, no un simple vagabundeo
una breve iluminación de locura

tienen los cuerpos sus formas de llamarse, de tropezar
justo en el filo
intuir en la distancia temblores, sin retroceder un centímetro, animales de presa
hay en los cuerpos un lenguaje
cifrado en augurios, en dilatación
de cordura, presentimiento de cerros que se miran de noche

volvamos a las llagas de los desconocidos
dejemos atrás manotazos de ahogado
marcas metafísicas
si nos hemos detestado, si nos hemos deseado tanto
no sabemos si las pesadillas aparecen en la carne vivida o en la carne soñada
todo se presenta cada vez como el mismo hueco
la misma pierna tambaleante, descubrimiento de nuestras voces
:::::::como agua cayendo de las manos

todo es una absurda ofrenda
a la carne que trémula brillaba
pidiendo algo desde un nicho



3.

La distancia puede ser fuego tendiéndose en sábanas

sin retroceder sin miramientos ni azoros vanos, sin retroceder ni un milímetro
me dejo tocar por un fantasma y sus cuerdas
me haces bailar en pleno verano encendido de tristeza
haces que me quite la piel
como quien deja su abrigo en la silla

no guardo en cofres tus hazañas, tus perversos secretos
manchados con mi aroma
no tengo nada para decir “aquí estuviste”, “nuestras sombras quedaron dormidas
::::::::en algún parque”
tengo recuerdos sin fe, mis manecillas flotando
entiendo en silencio la geografía
de la crueldad

miro quebradiza cómo traen las horas algo destructivo
casi con placer de seguir cayendo
hasta el dolor



4.

En la guillotina
el ángel que me decapita tiene tus mismos ojos cerrados, una sonrisa igual
a la que imagino cuando me vuelvo de espaldas y caen piedras, canto, lluvia, tus ojos
y mi boca se llena de espuma sin pájaros, mi angustia se vuelve veneno en la lengua
de una casa habitada por tus sombras

nada viene a negarme las ficciones de nuestros gestos en la madrugada
mi tristeza esperando cuchillos;
todo habla de las tierras arrastradas
por tu palabra, la destrucción de lo que no existe